• EVENTO VASCULAR CEREBRAL, QUINTA CAUSA DE MUERTE Y CUARTA CAUSA DE DISCAPACIDAD EN MÉXICO

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    Conmemoran el Día Mundial del Evento Vascular Cerebral
    para generar conocimiento en la población y enfatizar que su atención inmediata
    es la clave de su recuperación.

            Sólo 0.6% de pacientes con EVC reciben atención oportuna,
    en gran parte por desconocimiento de la población sobre sus signos para acudir pronto
    a servicios de urgencias.

     

    En México, el evento vascular cerebral (EVC), también conocido como
    accidente vascular cerebral o ictus, es la quinta causa de muerte y la cuarta
    causa de discapacidad (que puede prolongarse de por vida).

     A nivel mundial, cada año hay 15 millones de personas que sufren de un EVC,
    5 millones de estos son fatales. Se estima que una de cada seis personas en el
    mundo sufrirá un evento cerebrovascular en su vida.

    Esto lo dieron a conocer especialistas de las Neurociencias del Hospital
    Civil de Guadalajara, a propósito del Día Mundial del Evento Vascular Cerebral
    que se conmemora este 29 de octubre.

    La importancia de la fecha, cuyo objetivo es visibilizar esta enfermedad, recae
    en la necesidad de generar conocimiento en la población acerca de los factores
    de riesgo, que pueden evitarse o controlarse, además enfatizar que el tiempo
    para la atención de un EVC es la base de la recuperación del paciente.

    Un
    evento cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe o disminuye el suministro de
    sangre al cerebro, lo que provoca que el oxígeno no llegue al tejido y éste
    sufra, lo que produce que las células del cerebro comiencen a morir en cuestión
    de minutos. El EVC es considerado una emergencia médica y es necesario actuar
    de inmediato.

    Al respecto, el doctor Amado Jiménez Ruiz, encargado de la Clínica de Enfermedades
    Vasculares Cerebrales del Servicio de Neurología del Antiguo Hospital Civil de
    Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, dio a conocer que
    existen tres tipos de EVC: dos de ellos ocurren en las
    arterias; la isquemia cerebral, donde hay un taponamiento de la arteria, siendo
    el tipo de EVC más común con el 85% de los casos; y la hemorragia cerebral, que
    ocurre aproximadamente en el 14-15% de los casos. El otro tipo de EVC es el que
    ocurre en las venas, definido como trombosis venosa cerebral, con un 1% de los
    casos registrados.

    Jiménez Ruiz refirió que los factores de riesgo del EVC son la hipertensión
    arterial, la diabetes mellitus, la dislipidemia, la obesidad y el tabaquismo.
    Asimismo, dio a conocer que la fibrilación auricular, arritmia cardiaca, es
    causa directa del 20 al 25% de todos los casos de EVC.

    Por su parte, el doctor Édgar Fernando Acosta Gómez, médico adscrito al
    Servicio de Neurocirugía y encargado del Área de Neurointervencionismo de
    Hemodinamia del Nuevo Hospital Civil de Guadalajara “Dr. Juan I. Menchaca”,
    compartió que cuando una persona presenta un EVC lo más importante es recibir
    atención médica oportuna.

    El tiempo en el que el paciente debe recibir asistencia médica, lo que los
    especialistas llaman “ventana de atención”, para poder ofrecer un
    restablecimiento de la salud y/o evitar fatalidades, es corto.

    Desde el momento en el que se presentan los síntomas, hasta el momento en
    el que se recibe la atención médica, no deben pasar más de 4 horas y 30 minutos
    para poder tratar con medicamentos el EVC, y de 12 a 24 horas para poder tratar
    el EVC a través de neurointervencionismo (tratamiento quirúrgico mínimamente
    invasivo).

    Acosta Gómez refirió que la atención oportuna está dada por el
    reconocimiento de los signos del EVC.

    El especialista dio a conocer que hay una palabra que puede ayudar a las
    personas a reconocer y no olvidar los principales signos de alerta de un
    posible evento vascular cerebral.

    Para ello, se ha designado la palabra camaleón.
    La sílaba “ca” es para recordar
    el primer signo que es cara afectada, parálisis facial, adormecimiento, etc.;
    la sílaba “
    ma” es por manos y brazos
    caídos, debilitados y/o con sensación de hormigueo; y las últimas dos “
    le-ón” es por lengua trabada y/o
    dificultad para hablar.

    Acosta Gómez refirió que sólo el 0.6% de los pacientes que presentan un EVC
    reciben tratamiento médico oportuno. En gran parte se debe al desconocimiento
    de la población de esta enfermedad y cómo darse cuenta de que alguien pudiera
    estar sufriendo un EVC para acudir cuanto antes a los servicios de urgencias.

    Cuando sucede un EVC y la persona no recibe atención oportuna, puede quedar
    con secuelas altamente discapacitantes como alteraciones del lenguaje, de
    movilidad, parálisis facial, e incluso cognitivas.


     Texto: Departamento de Comunicación Social HCG

    Fotografía: Jorge Íñiguez, Departamento de Comunicación Social HCG